
La frase que titula el artículo no es nuestra, es del amigo Juan Villoro, escritor, articulista y chilango de pro (chilango se les llama a los habitantes de CDMX) y resume perfectamente lo que es Ciudad de México; una inmensidad en todos los sentidos. No tan sólo en lo topográfico o en lo demográfico (2.000 Km2 con una población de 9 Millones de habitantes que llegan a 20 en su área metropolitana) como en lo cultural, en lo histórico y, sobre todo, en lo humano. Aunque tales inmensidades conforman una ciudad apasionante, divertida y, por supuesto, inacabable.

CDMX (el antiguo nombre de México D.F. cambió en enero de 2016) cuenta con un espléndido sistema de metro de 12 líneas y casi 200 estaciones que alcanza casi todos los puntos de la ciudad, aunque tiende a sobre ocuparse en horas punta; conviene evitarlas. Cuenta también con una práctica red de autobuses llamadas Metrobús, de 7 líneas de tránsito rápido que recorren las principales avenidas. (el resto de autobuses, los peseros y los RTP no serían muy recomendables por lentos y quedar atascados en el difícil tráfico de la ciudad con frecuencia). Finalmente, los taxis son relativamente baratos y nos pueden solucionar trayectos medios que no enlacen los anteriores transportes.
A continuación os contamos las visitas y los puntos de interés que más nos gustan, aunque por supuesto cada uno podrá encontrar sus preferidos en cualquier barrio o callejuela.
Plaza del Zócalo (y alrededores)
Oficialmente llamada Plaza de la Constitución, pero conocida popularmente como El Zócalo, se trata del centro neurálgico del Centro Histórico y de toda la ciudad y es de una extensión gigantesca. de hecho es la segunda plaza urbana más extensa del mundo. En su parte peatonal se celebran constantemente manifestaciones culturales, políticas y deportivas además de albergar ferias y exposiciones varias.

Al norte del Zócalo encontramos la Catedral Metropolitana y el Sagrario, que con su mole dominan la plaza. Construidos por los colonizadores españoles, su construcción concluyó en 1667 y fue un intento de copiar las grandes catedrales españolas y trasladarlas a Centroamérica. El conjunto de las dos edificaciones constituye una imagen icónica de la ciudad.

Al este se encuentra el Palacio Nacional, que albergaba el Parlamento. Sus jardines son un remanso de calma y tranquilidad en el bullicio del centro de la ciudad. Pero lo más interesante está en el primer piso del patio de armas: los impresionantes murales que Diego de Ribera dedicó a las civilizaciones precolombinas que se sucedieron hasta la Conquista española. Se trata de uno de los ejemplos más importantes en la cultura muralista mexicana y nos ilustra a la perfección sobre la riqueza y la importancia de las culturas nativas previas a la llegada de los españoles, a menudo poco conocidas en Europa.

En la esquina entre la Catedral y el Palacio se halla el recinto arqueológico del Templo Mayor. En este cuadrado de 500m de lado se hallaban los edificios principales de la ciudad de Tenochtitlán, capital del imperio azteca arrasada por Hernán Cortés en 1521. Hoy en día se pueden ver las ruinas del templo al nivel de la calle y visitar el museo que hay en el subsuelo y que alberga importantes restos arqueológicos.

Al sur de la plaza se alza el antiguo Palacio del Ayuntamiento, que hoy en día sólo se usa para actos oficiales pero que se puede visitar, y al este podemos ver los tradicionales Soportales de Mercaderes, que albergaron los primeros comercios de la ciudad y que hoy ocupan joyerías y hoteles. En la esquina de los soportales con Madero encontramos el hotel Best Western; tiene una terraza en el sexto piso con un restaurante que ofrece unas vistas inmejorables sobre la plaza.
Se puede decir que la peatonal Av. Francisco I. Madero es la vía más popular de la ciudad. En los 700 m que conectan el Zócalo con La Alameda se suceden palacios, edificios regios como la Casa de los Azulejos, galerías, tiendas, cafés, taquerías… Todo el mundo acaba paseando por esta concurrida avenida en un momento u otro de su visita a la ciudad, ya sea para ir de compras, pasear o simplemente para cenar en el restaurante de una galería de arte.
Paseo de la Reforma

Se puede decir que el Paseo de la Reforma, llamada simplemente Reforma, es la principal avenida de la ciudad. Cruza CDMX de norte a sur, desde la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe hasta más allá del gran Bosque de Chapultepec, más de 20 Km en total. Un paseo por esta importante avenida (mejor en autobús, que es larguísima) nos permite visitar la Plaza Garibaldi, centro neurálgico de la música viva de los mariachis, la Columna del Angel, símbolo de la ciudad, los nuevos rascacielos y edificios financieros, la estatua de Diana Cazadora o el Monumento a Cuauthemoc. La L7 del Metrobús recorre este paseo y es perfecta para visitarlo.
Chapultepec

El Bosque y el castillo de Chapultepec son unas grandes visitas que aúnan naturaleza, monumentalidad e historia. El inmenso Bosque se sitúa en la parte sur del Paseo de la Reforma y la colonia Condesa y es por esa parte por donde recomendamos acceder ya que el enorme monolito de la Estela de Luz (dedicado a la independencia del país) preside la plaza donde se abre la Puerta de los Leones, con sus rejas forjadas y sus fieros leones de bronce. A partir de ahí, un paseo arbolado nos lleva hasta el pie de la colina del Castillo donde se levanta el sobrecogedor Altar a la Patria o Monumento a los Niños héroes. Detrás del cenotafio encontramos el sendero que sube la colina hasta la puerta del castillo, pero ya iremos más tarde ya que antes podemos dar un paseo por los caminos en los que se suceden los puestecitos de comida rápida, por el interesante jardín botánico o por el majestuoso lago. O simplemente, perdernos por los senderos del gigantesco Bosque.

El Castillo de Chapultepec es una gran edificación barroca que se levanta en la cima de la colina, a 200 m de altura. En su fundación, en el S XVIII fue palacio de los Virreyes españoles, y tras la independencia fue residencia de los mandatarios mexicanos, escuela militar, fortaleza… Hoy en día es en parte cuartel militar y en parte Museo de historia. Visitarlo y pasear por las salas que recrean la época imperial (sí, México fue un imperio, aunque cueste creerlo) es una lección de historia impagable. Y aparte, las vistas sobre la ciudad que se contemplan desde sus terrazas son espectaculares.
Museo arqueológico

He aquí una visita obligada en cualquier viaje a CDMX, por corto que sea. Y es que el Museo Arqueológico de Ciudad de México es esencial para todo aquél que quiera conocer la rica e importante historia precolombina de Mesoamérica, historia que por lo general se desconoce más allá de dos fechas y cuatro hechos remarcables. Se divide en 22 salas de exposición permanente, 2 salas para muestras temporales, biblioteca, auditorios y una tienda de regalos en donde se pueden adquirir souvenirs bonitos y de calidad y huir así de las horteradas para turistas.

Las salas están dispuestas de manera cronológica, empezando por la de la derecha del vestíbulo y avanzando en sentido antihorario alrededor del magnífico patio central. Las tres primeras salas son de introducción a la arqueología y de civilizaciones primigenias. A partir de la cuarta se van sucediendo las salas de Teotihuacán, la tolteca, la importantísima sala de la civilización Mexica (conocida en Europa erróneamente como Azteca) que alberga piezas impresionantes como la Piedra del Sol hallada en el Templo Mayor, la de Oaxaca y la de las culturas del Yucatán.
Coyoacán

Puede decirse que Coyoacán es una ciudad dentro de una ciudad, y como tal, tiene una acusada personalidad propia. Situado en la parte sudoeste de la ciudad, sus puntos de interés son la magnífica Casa-museo de Frida Kahlo donde vivieron y trabajaron la pintora y Diego Ribera (sólo por ir a este museo, rebosante de arte y de historia, ya valdría la pena visitar CDMX), el pintoresco Mercado de Coyoacán, y la coqueta Plaza del Barrio al final de la Avenida México que es punto de encuentro de los habitantes del barrio y que cuenta con acogedoras terrazas y con la Fuente de los Coyotes. A Coyoacán se puede llegar fácilmente con la línea 3 del metro, bajando en la parada homónima.
Colonia Roma y Barrio Condesa

Las colonias Condesa y Roma son conocidos como el Corredor cultural Roma Condesa. En efecto, estos dos barrios, con sus edificaciones art – decó están poblados por gran número de cafés, restaurantes, terrazas, pequeñas tiendas, librerías o galerías. Además, en la parte de Condesa limítrofe con Reforma se sitúa la Zona Rosa, el centro de la comunidad LGTBI de CDMX.
Sin duda, se trata de la zona de la ciudad más viva y con más oferta de ocio y la favorita por los locales para quedar o salir de tarde o de noche. Además, si podéis escoger, os recomendamos que busquéis vuestro hotel por esta área: los del centro histórico están bien, son señoriales y de arquitectura colonial pero es una zona de la ciudad que queda bastante muerta a la caída de la tarde.
Teotihuacán

A unos 50 Km hacia el norte de la ciudad se halla el Sitio arqueológico de Teotihuacán, uno de los lugares arqueológicos más importantes del país y, desde luego, el conjunto pre azteca mayor y mejor conservado de la región. Se trata de los vestigios de una religión que se desarrolló entre los siglos II y XII y que desapareció misteriosamente sin dejar más rastro que las monumentales pirámides que se pueden contemplar: la Pirámide de la Luna, más pequeña y mejor conservada y la gigantesca Pirámide del Sol. A las dos se puede subir (la de la luna es bastante empinada; no es fácil) y la experiencia de estar en la cima de ellas se acerca bastante a un acto místico.
También se pueden visitar los restos de la Ciudadela, del Palacio de los Jaguares, o pasear por la larguísima Calzada de los muertos, que une las dos grandes pirámides con otras menores. No hay transporte público hasta Teotihuacán, así que lo mejor es contratar una excursión en cualquier hotel o agencia, ya sea guiada o no.
Basílica de Guadalupe

Si queréis comprender el fenómeno religioso por el cual México es el país con más católicos practicantes del mundo y el por qué de la devoción que le tienen a la Virgen de Guadalupe, una visita a la Basílica de Guadalupe merece mucho la pena. El nuevo edificio que sustituye al antiguo (amenazaba ruina; es curioso ver cuán inclinados están sus muros) y que asemeja una gran carpa tiene capacidad para 3500 fieles, pero todo el conjunto, con sus múltiples iglesias y capillitas, parece un parque temático de la fe, con peregrinos y orantes que llegan de todos los puntos del país.
No es muy aconsejable usar el transporte público para llegar, ya que el área de la Basílica es un tanto insegura. Lo más recomendable es ir en taxi o contratar una visita guiada.
Polanco

Esta es una visita que disfrutarán los aficionados a los centros comerciales, ya que en el barrio de Polanco se encuentran los mejores, más modernos y mejor equipados centros comerciales de la ciudad. Además, se puede visitar también el importante Museo Soumaya, que el megaempresario local Carlos Slim regaló a la Ciudad de México y que alberga, aparte de su importante colección privada de arte, exposiciones y actos multiculturales. A este comercial barrio, situado cerca de Reforma y del Bosque de Chapultepec, se llega con la Línea 7 del metro.
Xochimilco

Puede parecer una turistada, pero resulta que no lo es. Alquilar una trajinera (con o sin dúo o trío musical) para pasear una hora o más por los canales de Xochimilco es algo que los locales tienen costumbre de hacer en celebraciones de cumpleaños, fiestas de aniversario o eventos similares. Por eso, un paseo en una de estas coloridas embarcaciones siempre bautizadas con nombre de mujer, visita a la inquietante Isla de las muñecas incluida, puede ser un buen plan para una mañana o una tarde. El precio por una hora de paseo ronda los 500 pesos (unos 25 dólares) . Para llegar, se puede tomar la línea 2 hasta el final, estación Tasqueña y ahí tomar el autobús RTP con la ruta 142 B hasta el Embarcadero Nuevo Nativitas o bien un taxi, que es más sencillo y bastante barato.
Un paseo por el Centro Histórico
Para acabar, proponemos una ruta para conocer bien el Centro Histórico. La distancia propuesta es de 5 Km, que se haría en una hora más o menos, pero si contamos las paradas nos puede ocupar una mañana o una tarde entera. La salida y la llegada están en el Zócalo, delante de los soportales de Mercaderes.

1 CALLE REGINA: Pintoresca calle con bares, tabernas y pequeños restaurantes.
2 MERCADO DE SAN JUAN: puestos de comida nacional e internacional y chefs de prestigio.
3 CANTINA TÍO PEPE: Tradicionalísima cantina para tomar un buen mezcal.
4 HEMICICLO JUAREZ: Gran cenotafio semicircular dedicado al Padre de la Patria.
5 ALAMEDA: El parque más antiguo de CDMX y el preferido por los locales para pasear.
6 PALACIO BELLAS ARTES: Monumental centro multicultural, emblema de CDMX.
7 TORRE LATINOAMERICANA: Rascacielos con miradores, bares y museos interesantes.
8 PALACIO DE LA MINERÍA: Monumental oficina de correos sede de exposiciones.
9 EL CABALLITO: Estatua ecuestre de bronce de Carlos IV de curiosa historia.
10 CAFÉ DE TACUBA: Restaurante centenario con música viva de mariachis.
11 ESTUDIANTES: Curioso barrio de tiendas con gremios distribuidos por calles.

Muy interesante,como siempre……. tomaré buena nota, quien sabe si algun día ……………
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